miércoles, 9 de mayo de 2007

Ausentandote

Mis manos: descoloridas, magnicidas y muertas…
al tocarme el rostro cobraron vida;
por descubierto quedó... la maldita llaga de amor
que dejaste encendida.

Tus manos, ¡oh!, tan profundas y salvadoras
ellas, ¡!, tan torturadoras…!!!
Tus besos impíos
Fuente de demencia…
instalada desde tu venir,
y ahora por tu ir,
por el riel de la desdicha.
Tu piel, suave y escarlata
desgracia de mi paz,
luz,
de mis desahogos.

Mis manos: ¡malditas!
Mis manos: ¡benditas!
sosiego trajeron
Por haberte amado…
Por haberte matado…!!!